miércoles, 15 de junio de 2011

Nunca un joven podrá



Nunca un joven  podrá
desesperado
por los mechones de color de miel
que cercan tu oido,
¡amarte por ti misma,
y no por tu pelo dorado!

Pero puedo tenírmelo
para así coloreado
castaño, negro, color azafrán,
y así los jóvenes que están desesperados
me amarán a mí misma
no a mi pelo dorado.

Oí yo a un viejo místico
anoche declarando
que había encontrado un texto, que probaba
que solo Dios, mi bien amado,
te amaría a tí misma
no a tu pelo dorado.