Porque quiero tu cuerpo ciegamente,
porque deseo tu belleza plena.
Porque busco ese horror, esa cadena
mortal, que arrastra inconsolablemente.
Inconsolablemente, diente a diente,
vas bebiendo tu amor, tu noche llena.
Diente a diente, Señor, y vena a vena,
vas sorbiendo mi muerte. Lentamente.
Porque quiero tu cuerpo y lo persigo,
a través de la sangre y de la nada.
Porque busco tu noche toda entera.
Porque quiero morir, vivir contigo,
esta horrible tristeza enamorada
que abrazarás, oh Dios, cuando yo muera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario